miércoles, 27 de junio de 2007

Ser

Quiero ser como nunca antes.
Blanca espera y muda avaricia...
Ser tan solo un soplo de ingenuidad
al filo de la testarudez de mis labios.

Ser olvido inusitado
aciago recuerdo
libido... amortajado, tiempo.

Estridente ventisca que se rinde
a la ociosidad de las caricias,
los besos y el contacto;
de infames rostros ya desdibujados
entre sabanas y humo.

Tibia sangre, fría conciencia
anhelo sublimado
y parco deseo.

Ser simple envoltura de sueños,
suave concavidad, desbordada pasión
indisoluble mortandad liberada
de culpa y remordimiento.






Ser simple, respiración entrecortada
y languida resiganación.
Ser yo, Ignatius.
Uno más que muerde el polvo.

Amen.




lunes, 23 de abril de 2007


Después de haber vivido una tormenta, quedan cicatrices...
ahora tiemblo cada vez que miro una nube acercarse.
Empiezo a creer que estoy traumado.











jueves, 12 de abril de 2007

Silencio



¿Qué es tu silencio?
Una incognita desgarrando la
tempestad del sosiego.

¿Qué es tu silencio?
Grandiosa melodía
trizte que se esparce en mi coclea
sedienta de confesiones.

¿Qué es tu silencio?
Min nudillos apretando con fuerza
la desesperación de la nada
y la oscuridad de la espera.

¿Qué es tu silencio?
Mi yo desamparado
de ti.



domingo, 8 de abril de 2007

Recordar... los ilencios, las caricias, los besos. Esperar... aquí, mudo, tieso, muerto... que el tiempo sea sin ser nunca nada más que espera solitaria de la misma espera.


Qué diablos estoy diciendo, lo insulso es lo más sorprendente, lo rupestre lo más apasionante, gracia sin divinidad profana de los días soleados de ayer, qué sol hay cuando las nubes ciegan la vista, cuando la cruz es más grande y más pesada... coronas, espinas, epigas... espirales.
Revolución magnanime de los espirales que giran sin retroceder un solo segundo, un solo recuerdo... he mandado a lapidar tu tumba... algún día he de llevarte flores.



...¿Flores?... fragmentos de ilusión desperidicados, polen marchito para despistar a los fantasmas, un rastro para no perderse en los laberintos del cementerio al que nunca tenemos miedo de entrar, pero si de salir....











Sueño... el que escondo

Jardín... olvidado

Departamento... abandonado

Un día nublado.... mi corazón.




miércoles, 28 de febrero de 2007

Otra vez, de nuevo aquí. Y no se por quién escribo, ni mucho menos para quién lo hago. Quizá sea tan sólo un absurdo soliloquio del que nada bueno resultará, en fin... nunca he sido bueno para expresar lo que se anida en mi cabeza.

Un amigo me escribió en versos de Satanas, el telefono ya no suena como antes, será que he empezado a resignarme. No cabe duda que el tiempo todo lo cura, y si no lo hace al menos finjimos que lo ha hecho. Ese es el punto, actuar, como antes, no, no como antes, como después... después, qué hay después del después... un cuerpo más desgastado, más cansado, sólo un cuerpo
.




No lo se, últimamente no entiendo mucho de que pasa, sólo se que ya no es lo mismo, y que quizá nunca lo será, ahora al menos, he vuelto a desamarrar las redes, ahora sólo queda confiar, sí... confiar y esperar, así igual que antes.
Parce ilusionate

jueves, 15 de febrero de 2007


Otra vez, tu humo, tu jugo negro, tu conciencia. Estas aquí sentado frente a mí, pienas en cada una de las palabras que quieres escribir, pero no logras poner en orden tus ideas, nunca lo has logrado, piensa un poco, sólo lo necesario... te daras cuenta entonces de que todo lo que hasta el momento has hecho, no es más que rumiar: pensamientos, sentimientos, rumiarte incluso a ti mismo.


Ya deberias de saber que nada de lo que haces es inpune, en cada sonrisa, en cada mirada, en los supiros que tiras sin darte cuenta, incluso en tus prolongados silencios, algo de tí se escapa. Pero qué importa siempre hay algo con que sublimar la frustación; antaño en aquellos ayeres cuando las nubes tomaban las formas más inimaginables y la preocupación era menos que un capricho para evadir el gran vacio que crecia en tus adentros, nunca pensaste que tú mismo serias quien tomaria los clavos entre sus manos para encajarlos en la cruz a la que ahora tanto temes. Pero no te preocupes, no más de la cuenta... pronto entenderas, un día mientras te pierdas entre esas calles que frecuentas, que la realidad es sólo un sueño del que tarde o temprano despiertas sin darte cuenta porque o como es que has llegado ahí, miraras el cielo y será más azul, el sol estará más alto, no recordaras nombres ni momentos, todo es cuestión de tiempo... ahora sólo espera boca arriba, yo sigo aquí observandote desde mi trinchera.







Tengo mucho sueño y no soy conciente de lo que escribo, mi ultimo escatabajo ha fallecido... ¿qué sigue despues de la muerte? Será acaso éste el sueño de Morfeo.

viernes, 19 de enero de 2007

Al filo de los 20





Con todo el miedo que retengo en mis adentros, al fin he llegado. Algún día trate de imaginarme como sería llegar hasta aquí... sinceramente no recuerdo nada de aquella ilusión, pero estoy seguro que en nada se parece a la realidad. Últimamente he penado en los 17, ah, que tiempos aquellos, canciones, personas, recuerdos y... mucho de lo que ya no es más.

No soy más viejo que cualquiera otro que como yo, disfrute de este estadío, soy simplemente yo intentando parecer así. No apagare velitas, eso se quedo en el paso, además el pedir deseos es algo que ya no se me da, mi fe esta mellada...pensándolo un poco más: temo desear algo, pues siempre existe la posibilidad de que se hagan realidad y aquello que se guarda en la gran isla del inconsciente complica más las cosas.

Así pues, llegue hasta aquí: con poesías que ilusionan mi alma y silencios que la han corrompido, sueños que no puedo recordar, amores para olvidar y otros que ahí se quedaran encajonados en su baúl, amigos que hacen que los días oscuros sean un poco más claros, con más preguntas que respuestas, dilemas sin resolver, perdidas y triunfos... he llegado hasta aquí, siendo -como dice el poeta- como nunca he sido y siendo al mismo tiempo... yo mismo.

Yo, un reflejo del espejo que en ocasiones me engaña y cuando menos lo espero me devuelve las más disparatada realidades, yo, imagen concreta, borrosa, delineada, desdibujada, por la necesidad de la reinvención, de la constancia, yo, esencia intacta que perdura aún a pesar de todo cuanto la vida cocina con su sazón destino, yo y nada más que eso.

Seguramente a partir de ahora habrán más: poesías para colmar el oído, silencios para incomodar la conciencia, sueños por vivir, amores para sumar, amigos por conocer, preguntas sin respuestas y respuestas sin preguntas, dilemas repungnántemende obvios, más perdidas y triunfos... seguramente seguiré siendo simplemente como nunca y como siempre... Ignatius, Ignacio... el que muerde el polvo, pues el llegar a los 20 no cambia nada, sólo altera todo...